El botiquín de viaje, la distribución de maletas, la documentación necesaria… Son tareas básicas e importantes a la hora de planificar bien las vacaciones con niños pequeños, especialmente cuando hay vuelos de por medio o se visita algún país extranjero. Para ayudarte en la organización de este tipo de viajes en familia hemos recurrido a las mejores expertas que podíamos entrevistar, algunas bloggers de viaje que también son madres. ¿Leemos sus recomendaciones?
Sigue los consejos de estas 8 mamás bloggers para disfrutar las vacaciones con tus niños
Ana, de Mi familia viajera: “Un buen seguro de viaje siempre es aconsejable, el precio es bastante económico, sobre todo si se tiene en cuenta la inversión final del viaje”.
Irse de vacaciones con niños pequeños no siempre es fácil, pero la clave está en la planificación. Una vez elegido el destino hay que estudiar detenidamente el alojamiento. Las familias con bebés suelen preferir apartamentos porque tienen mayor espacio y no hay que seguir horarios para las comidas; mientras que las familias con hijos mayores de 3 años escogen los hoteles para liberarse de las tareas domésticas.
Debe seleccionarse el medio de transporte que sea menos tedioso y aburrido para los niños y llevar siempre juegos para que se entretengan en el viaje.
La maleta debe realizarse con antelación teniendo en cuenta lo que es imprescindible para cada miembro de la familia. Recuerda que en todas partes hay supermercados, farmacias, etc. No es necesario cubrir hasta el último detalle.
Es imprescindible hacer partícipe al niño desde el primer momento de las excursiones y visitas que se van a realizar para que se sientan parte del viaje, sin olvidar aspectos fundamentales como llevar agua, comida, kit de primeros auxilios, protección solar, etc. que garantizarán que la salida sea un éxito.
Tener toda la documentación a mano y llevar al pequeño viajero vacunado correctamente, os asegurará cumplir con las reglas internacionales para entrar en determinados países.
Un buen seguro de viaje siempre es aconsejable, el precio es bastante económico, sobre todo si se tiene en cuenta la inversión final del viaje, y cubre aspectos importantes como cancelaciones, gastos médicos, accidentes, repatriaciones, etc.
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María, de Lugares que visitar: “Salvo lugares poco accesibles con sillas de niño, recomendamos no poner límites al espíritu viajero que tratamos de transmitir a nuestros hijos”.
Viajar en familia es muy diferente a viajar solo o en pareja. Requiere una mayor planificación de los lugares que vas a visitar comprobando antes de ir si los sitios que vas a ver están adaptados para ir con una silla de bebé, si les va a gustar a los niños, si se van a cansar o incluso los posibles restaurantes de la zona si tienen menú infantil o trona.
Pero a la vez, paradójicamente, también requiere mucha flexibilidad pues no sabes dónde vas a encontrar algo que les guste y que no estuviera planificado, como un parque infantil, una tienda de juguetes o hasta un tiovivo.
Nosotros creemos que cualquier destino es perfecto para marcharse de vacaciones con niños. A los pequeños les divierte estar con sus padres y descubrir cosas nuevas, así que, salvo lugares poco accesibles con sillas de niño, recomendamos no poner límites al espíritu viajero que tratamos de transmitir a nuestros hijos.
Elena, de Los viajes de Quim y Elena: “Importante llevar toda su documentación bien ordenada, con el libro de vacunación y copias de todo en la nube por si surge algún problema”.
Tengo dos grandes pasiones, viajar y mi hijo, y ¿qué puede haber mejor que unir ambas? Por eso, desde que era un bebé hemos viajado con él, sacudiéndome las inseguridades que siempre aparecen como madre y teniendo la certeza de lo que le enriquecerán estas vivencias.
Para mí la clave está en tener claro que el ritmo del viaje cambia, ya no puedes ver mil sitios en un día y aprendes a disfrutar más de los rincones que sí puedes visitar. Es imprescindible llevar reservadas al menos las primeras noches de alojamiento. Además, viajar en familia supone que todos querremos disfrutar, por lo que debe haber planes para los tres, algo para los papis y tiempo de parques y de juegos.
¿El destino ideal? Aquel que realmente os apetezca, aunque sea un destino al que muchas personas no llevarían niños, si seguís la máxima de que haya tiempo de diversión para todos, os sorprenderéis de lo bien que se adaptan los peques. Para nosotros lo que hasta ahora nos pone límites es el tema de las vacunas, evitando aquellos países donde haya que vacunarle para viajar.
Involucramos a Éric en la preparación del viaje, teniendo en cuenta que es muy peque, hablando mucho de dónde vamos y cosas que vamos a hacer y siempre llevamos una pequeña bolsa, en la que él mete los juguetes y cuentos que quiere llevar al viaje, así tiene algo suyo aunque esté lejos de casa.
Importante llevar toda su documentación bien ordenada, con el libro de vacunación y copias de todo en la nube por si surge algún problema. Además, llevar cubierto el tema de la sanidad es importante: en Europa, con la tarjeta sanitaria europea, y en el resto del mundo, con un buen seguro de viaje.
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Marta, de De patitas en el mundo: “Yo he comprobado con mi hija, aún bebé, que respetando sus horarios, cambiar de entorno, no le afecta negativamente, más bien al revés.”
Por mi experiencia, ir de vacaciones con niños pequeños es más fácil de lo pueda parecer. Si viajar es lo que te gusta, la ilusión hará sombra a la pereza de los preparativos y las dificultades que puedas encontrar viajando no van a ser muy diferentes que las que tienes en casa, lo que necesitas para lidiar con ellas ya te lo da la propia maternidad. Yo he comprobado con mi hija, aún bebé, que respetando sus horarios, cambiar de entorno, no le afecta negativamente, más bien al revés. Todo es empezar y con la práctica ir cogiendo más seguridad y truquillos de cara a futuros viajes en familia.
Por lo demás, creo que lo más básico es llevar bien planificado el viaje, escoger alojamientos en los que te sientas como en casa, un destino que se adapte tanto a los niños como a los gustos de los padres, y, lo más difícil, mentalizarse de que de la lista de deseables muchos se quedarán sólo en imposibles porque ahora te acompaña un nuevo pasajero que tiene su propio ritmo.
Montse, de Petits viatgers: “Cargas con lo realmente necesario y el resto lo encuentras en el destino: comida o pañales”.
Cuando eres una mujer viajera y te quedas embarazada por primera vez tienes claro que seguirás viajando con el bebé. ¿Pero si luego te dicen que esperas trillizas? ¡Sí, sí, trillizas! Aparte del “susto” que te llevas, la verdad es que te planteas cómo vas a seguir viajando. Pero os puedo asegurar que seguimos haciéndolo y siempre toda la familia junta. Desde que nacieron nos hemos organizado para hacer escapadas y viajes.
Los primeros viajes eran cerca, por España y Francia. No cogíamos vuelos únicamente por una cuestión logística, puesto que al llegar al destino tendríamos que buscar un vehículo donde cupieran las tres sillitas y es difícil encontrarlos, así que lo más fácil era movernos con nuestro propio vehículo. Cargas con lo realmente necesario y el resto lo encuentras en el destino: comida o pañales.
A medida que han ido creciendo los viajes han sido cada vez más lejos, muchos por Europa y llegando a ir con ellas hasta Japón. La mayoría de veces hemos optado por decidir el destino buscando naturaleza tanto en playa como en montaña y pueblos pequeños. Los niños disfrutan mucho al aire libre: pueden correr, jugar, vivir aventuras e inventarse historias en lugares y países que están descubriendo.
Cuando nos dicen que somos unos valientes viajando con “tantas” niñas yo siempre digo que no es ser valientes, que los pequeños se adaptan a todo, aprenden mucho sobre todas las cosas, y que es mucho más fácil viajar con niños que quedarse en casa.
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Laura, de Lonifasiko: “Hay que aprender a asumir que no pasa nada si no nos da tiempo a visitar todos los lugares que vienen marcados en el mapa o en la guía de turno”.
Entre tanta sobredosis de planificación, previsión y nervios, lo que muchas veces nos falta es sentido común, bajar el ritmo y cierto poder de improvisación, algo básico cuando se trata de pasar las vacaciones con los niños.
En nuestros últimos viajes por Eslovenia, la Toscana, Dordoña-Périgord, Montenegro y Albania, el ansia que teníamos hace años por visitar castillos, museos, iglesias y otros monumentos ha disminuido considerablemente. Ahora viajamos de otra forma: a otro ritmo, con otra mirada, en formato más slowtravel; disfrutamos de fuentes, parques infantiles, un mirador, playas, un helado en un banco… Son pequeños grandes momentos que los niños necesitan y agradecen, y que nosotros hemos aprendido a valorar (más) desde que somos padres.
Solemos tratar que los sitios que visitamos dejen huella en cada uno de nosotros, que la experiencia sea más intensa, huyendo de agendas y horarios de visita muy estrictos y apretados. Y para que las vacaciones sean gratificantes para todos, consideramos vital tener agilidad mental y visión positiva para aprender a (re)planificar sobre la marcha. Al principio cuesta, pero suelen darse sorpresas muy agradables y hay que aprender a asumir que no pasa nada si no nos da tiempo a visitar todos los lugares que vienen marcados en el mapa o en la guía de turno. Porque la realidad es que muchas veces el problema somos nosotros, nuestras barreras mentales y prisas viajeras, no los niños, que al fin y al cabo, se adaptan a todo.
M. Carmen, de Somos 4 por el mundo: “Aunque los alojamientos han sido muy variados, siempre comprobamos que los centros sanitarios estén cercanos y fácilmente localizados.”
Nosotros para viajar con niños siempre organizamos los viajes orientados en un tanto por ciento muy alto hacía ellos. De momento, hemos viajado por diferentes lugares de Europa y España, y aunque los alojamientos han sido muy variados, siempre comprobamos que los centros sanitarios estén cercanos y fácilmente localizados. Llevamos las tarjetas sanitarias europeas y los libros de vacunas encima, aunque de momento no los hemos necesitado. Para viajar por España es importante la cartilla de la Seguridad Social, y si pasáis muchos días en el mismo sitio, hay que inscribirse en el centro sanitario de referencia de la zona.
Dependiendo del transporte que utilizamos para desplazarnos, varían los enseres de entretenimiento que nos llevamos: juegos de mesa, cuentos, películas, pinturas, plastilina y a medida que van creciendo, las máquinas de videojuegos no pueden faltar. Siempre hacemos un cuadrante en el que ellos pueden ver lo que vamos a hacer. Es obvio que no es inamovible. Mezclamos visitas culturales con días en algún parque de atracciones terrestres o acuáticas, incluso sitios en los que se pueden hacer actividades (montar a caballo, piragüismo o tutas en bicicleta,..) que a ellos les anime de verdad.
Casi siempre elegimos alojamientos en los que se pueda cocinar, porque así es más fácil elaborar el menú que les gusta a los niños, y así nos llevamos comida de casa con las marcas y gustos que ellos prefieren.
Todavía no nos hemos atrevido a marcharnos de vacaciones con los niños a lugares en los que las condiciones sanitarias o de higiene no estén referenciadas. Cuando sean mayores, por supuesto que lo haremos.
Eva, de Ruta en familia: “Podrás llevar las comidas del bebé en el equipaje de mano aunque deberás mostrarla en el control.”
La periodista especializada en turismo familiar Eva Carrasco nos da unas recomendaciones si vas de vacaciones con niños pequeños en avión: “Cuando vuelas con niños, no ves el momento de estar ya todos sentados en el avión. La llegada al aeropuerto, la facturación y el embarque pueden convertirse en una gymkana. Para empezar bien las vacaciones contrata en tu agencia de viajes el servicio de Icarous. Llegas a la terminal de salidas con tu propio coche, bajas las maletas y una persona estará esperando para llevarse el coche. A la vuelta, allí estará esperándote. Por menos de lo que te imaginas y sin la dificultad de encontrar un transporte con sistemas de retención o arrastrar niños y maletas desde el parking. Saca las tarjetas de embarque en casa, con servicios como My Bag Tag de Iberia, para evitar esperas. Dirígete a los controles para familias que facilitan el paso con los niños. Podrás llevar las comidas del bebé en el equipaje de mano aunque deberás mostrarla en el control. Hasta la salida del vuelo, busca las zonas de juego infantiles. En grandes aeropuertos tienes incluso microondas, bañeras para bebés o cunas. También encontrarás dispensadores de sillas de paseo por si has facturado la tuya”.
El blog de Intermundial
Como somos especialistas en seguros de viaje desde 1994, sabemos que viajar es mucho más que llegar a tu destino, es la experiencia de disfrutar el camino. Nuestro fin es protegerte siempre para que tus aventuras estén llenas de experiencias únicas e inolvidables. Por eso escribimos este blog y te ofrecemos el seguro adecuado para cada viaje.
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